Hola mis queridas seguidoras...
tengo que decir que he querido darme un tiempo para reflexionar sobre el final
de los Manantiales ya que en caliente no podría ser objetiva.
Y no es que no comprenda que
tenían que partir, evidentemente que lo comprendo, pero al igual que yo, hay
muchas de mis compañeras de tertulias virtuales que piensan de la misma forma y
esa es, el modo de terminar una trama que prometía mucha intensidad, muchas
emociones y muchas expectativas. O sea, la forma de marchar por la puerta de atrás y arrastrando el apellido por el suelo.
Y sí que la tuvo, en su primer momento. Hernando entró como un vendaval y nos sacó de la apatía en la que nos había dejado la cansina trama de Bosco y su amada, para mi, la peor de todas con diferencia, sobre todo por el personaje de Inés y su interpretación.
Con la llegada de Hernando y
posteriormente de Camila todo era misterio, belleza, poder, intriga, amor, una
trama nueva, que no recordaba a ninguna anterior y un sinfín de ingredientes magníficos
para desarrollar cientos de historias que sin saber porque, se han ido
diluyendo como humo.
Después de pensar en esa rápida
desaparición de la trama, todavía no tengo claro el motivo de esta decisión,
pues como a todas mis compañeras nos ha parecido del todo extraña e injusta para los personajes y para el espectador. Porque los guionistas sabrán lo que quieren contar, sabrán la historia que quieren hacer llegar, pero nosotros percibimos lo que percibimos y sentimos lo que sentimos, y este final para mi y para muchos, ha sido precipitado, y sin sentido.
Ahora, después de haber digerido su
marcha y haber leído opiniones, visto vídeos de despedidas de compañeros, y
hasta comentarios de guionistas, creo que ya tengo suficientes argumentos para
exponer mi opinión con más claridad.
El final de los Manantiales es el
más triste que he vivido desde el capítulo uno de Puente Viejo, de unos
personajes que salen a pie y no con los pies por delante.
Una de las cosas que me llamó más
la atención fue su despedida en la mítica plaza del
pueblo, pensé ingenua de mí, que sería una despedida con más peso, más respaldo, igual que habían tenido los pocos
personajes que han marchado como ellos, por sus propios pies.
Y es todavía más extraño, que en
la plaza de PV, siempre hay gente para despedir a los distintos personajes y
desearles las mejores de las suertes y más cuando Hernando daba trabajo a muchos
vecinos del pueblo y todos estaban contentos con su patrón.
Pero en esta ocasión, ha sido una
plaza solitaria, muda, exenta de sonrisas, carente de cariño y falta de abrazo.
Una plaza dónde cada día pasa el noventa por ciento de los habitantes del lugar
y dónde por casualidad en ese momento no había nadie por allí. Ni mesas ocupadas
en la puerta de la casa de comidas, ni tenderetes en sus puntos fijos de la
plaza, ni personas comprando en esos puestos y sobre todo la persona que nunca se
pierde una ocasión como esta, doña Dolores de Asenjo, nuestra Dolores Mirañar. Y es por eso, por lo que digo que marchan por
la puerta de atrás, casi a oscuras, a hurtadillas, de puntillas y en la más
absoluta miseria y soledad.
Cierto es, que se despidieron de
amigos en exclusiva intimidad, pero necesitábamos algo más de cariño hacia esos
personajes, poderles despedir con compañía de todo PV, como se merecían por su
trayectoria en el pueblo, como buenos y potentados empresarios del lugar.
Comprendo que siguiendo la
historia, nadie debía saber de su partida para no llamar la atención y que el
endriago de Aquilino no pudiera entorpecer su marcha, pero si nadie estuvo
presente como hemos visto ¿Cómo es que todo el pueblo al día siguiente dice que
los vio marchar?
Pero volviendo al punto de
partida, intentaré analizar o intentaré comprender, siempre desde mi modesta
opinión, esa precipitada marcha, esa vuelta al pasado y ese cierre al futuro. Y digo la vuelta al
pasado por traernos a Julieta y Saúl
junto a la abuela Consuelo, para nosotras y para mí en concreto, a pesar
de que nos digan que les demos tiempo y les miremos sin perjuicios (que lo
intentamos hacer) nos recuerdan a Pepa y Tristán y a la querida Rosario. Y como
evitarlo, los personajes que están hablando de ellos a cada momento, incluso en
sus ropajes, y hasta las botas, las hierbas y el capazo, son iguales a los de
Pepa y Tristán. ¿Cómo no vamos a sentir que vamos marcha atrás?
Y el futuro, ese que nos habían
traído a Puente Viejo, en forma de la familia dos Casas, y en su nuevo hogar. Esa
elegancia que rebosaba por cualquier rincón de los Manantiales, las majestuosas
estancias, las ropas de lo más contemporáneo, la frescura, los modos. En ellos
todo era futuro y color.
Y como siempre, que ya sabéis que
soy curiosa, me pregunto: ¿Entonces si todo estaba bien, a que es debido ese
cambio y marcha atrás? Pues creo que quizá, el hecho de que la
trama de Los Manantiales andaba paralela a la de la Casona, y esta quedaba relegada
a un segundo o como mucho a igual lugar.
El protagonismo de La Casona
había ido mermando desde que Doña Francisca cambió y la volvieron más “humana” tras
la humillación, y el agravio que le produjo Garrigues y posteriormente la nueva relación con Raimundo en la casona,
eso hizo que la Doña pasara a ser otra más en PV y los glamurosos Dos Casas se comieron
con patatas la grandeza de la Casona. Lo curioso de la marcha de los Manantiales
es que no tenía relación con la Casona, así que bien podía haber continuado porque
tenía vida propia y caminaba autónoma.
La trama de los Manantiales podía
haber dado mucho juego con la Quinta y nos hubiera gustado ver algún que otro
enfrentamiento entre Dos Casas y la doña. Igual que también podían haber desarrollado
la relación entre los galleteros y los jaboneros, pero tomaron la decisión de que
los Manantiales llevarían una vida paralela a los demás moradores de PV y no
los mezclaron con sus vecinos, porque poca relación tenían con el pueblo, exceptuando
a Camila y Beatriz pero Hernando apenas ha salido de su hogar y en estos
últimos meses apenas ha salido de su despacho. Tampoco entiendo el porqué de
este aislamiento y de ese cambio radical en su carácter.
Por otro lado, si os dais cuenta,
las casas que han ido acercándose peligrosamente a la altura de Francisca han
ido desapareciendo. El Jaral, La Quinta, y ahora los Manantiales, nadie puede
eclipsar a la poderosa y opulenta Montenegro.
Pero dentro de todo lo malo que
ha tenido esta despedida tan desangelada, llegó la frase de Beatriz y me
encendió todas las alarmas.
Una frase que me recordó (como a todos) al
juramento de Scarlett O’Hara, en “Lo que el viento se llevó”: “A Dios pongo por
testigo de que jamás volveré a pasar hambre” o a mi querida María Castañeda
cuando encuentra el féretro de su Gonzalo (Martín Castro) vacío y grita con el
puño lleno de tierra”juro por Dios que antes entregaré mi alma al diablo, que
renunciar a encontrarte". Esta vez Beatriz mira hacia la casa de comidas y
lanza un juramento: “Juro ante Dios que no vais a ser felices, aunque tenga que
volver para amargaros la vida”.
Así que mis querid@s seguidores, y amigas, me quedo con
eso. Porque después de esta desangelada despedida, hay algo que me mantiene expectante y es el regreso de Beatriz. Porque digan lo que digan de este personaje ella en realmente ama a Matías, y se culpa de su error.
Y no penséis que me gusta la
violencia, la maldad o la venganza. Pero esto es una novela, y como escritora y
supongo que a los actores también les pasará, me encantan las historias
distintas a la vida cotidiana, historias “inventadas” en las que puedes jugar y tener licencias sobre esa maldad o esa bondad, ese amor o ese desamor, llevándolas al extremo, porque al
fin y al cabo son personajes de "ficción" y se trata de imaginar, nunca extrapolarlo a la vida real, si sería o no sería correcto, si harían o no harían bien, es una novela, que intenta entretener e
inventar historias que por un motivo u otro, nos lleguen al corazón y no
podamos olvidar jamás.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere
mata
porque amores que matan nunca
mueren.
Joaquin Sabina
A más ver.
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Estoy totalmente de acuerdo con este comentario. Eran los personajes más interesantes de la serie y la trama que podía tener más matices.
ResponderEliminarYa veremos si estos nuevos personajes aportan tanto interés como ellos.
Van desapareciendo personajes interesantes que podían haber aportado interés a la trama, pero los Mirañar no desaparecen por nada del mundo, cuando sus estupideces no tienen ninguna gracia y ofenden la inteligencia de los que vemos la serie, al pensar que nos parecen graciosos. No soporto a los primos.
En principio gracias por comentar. Y si eran unos personajes interesantes, pero como todo llegó a su fin, de mala manera pero final de todos modos. Así que no queda otra.. no creo que vuelvan todos la verdad, pero si que vuelva Beatriz. A ver que nos depara el futuro de PV, pero ya no se verá con el mismo interés.
EliminarBesos
Has sacado a relucir un tema que parece que ha pasado bastante desapercibido. O al menos no como tema principal, cuando para mi es cada vez más evidente: el que haya que apartar a todo el que le hace sombra a la Montenegro. Bueno, en realidad los de Los Manantiales no le hacían sombra porque no tenían ninguna relación, solo que si le quitaban protagonismo. Y esto parece un sacrilegio en esta serie, cuando nadie parece que tenga esta posibilidad, ni siquiera el mejor villano de los últimos tiempos, Garrigues, cuya salida abrupta fue de todo menos coherente. Ni siquiera los de La Quinta, que cuando llegaron lo hicieron con la expectativa de ser oponentes a la altura del poder de la doña.
ResponderEliminarPor supuesto no voy a cuestionar la profesionalidad y el buen hacer de Maria Bouzas, que no es más ni menos que el de cualquiera de sus compañeros de reparto (en realidad hay estupendos actores en la serie, aunque no gocen de todo el protagonismo merecido). Así que voy a decir algo que me he estado callando: creo que las razones de este protagonismo no tienen nada que ver con lo que se cocina en la serie, si no más bien lo que se da detrás de las cámaras. Y también esto es lo que ha sucedido con los actores y actrices de Los Manantiales y los compañeros que han salido también por patas y dejándolos sumidos en la miseria (no solo económica).
Hola reina.. Gracias por responder en el blog, y si ese tema es el que me tiene mosca. Es imposible ( a mi entender) que un actor exija más protagonismo o cualquier otra cosa, así que creo también que María Bouzas no será. Ya comenté en otro artículo la exagerada manera como se encumbra a María, pues hay muchas actrices que también son de 10 al igual que ella. Aunque la mala de una historia siempre será la mala y eso de más caché. Porque Maribel Ripoll sin ir más lejos está a la altura en su interpretación ( otra cosa es lo que le hacen hacer...) así que me sumo a tu comentario, ya que pienso lo mismo que tú. Lástima que este comentario ( el tuyo) no salga en la página porque seguro que habría más de una que piensa como nosotras y sería bueno de tratar. PEtons!!
EliminarLa verdad es que nunca había visto un escritor de novela con tanta maldad en la cabeza. En esa novela nadie es feliz y ahora una pareja tan linda como Matías y su esposa y dejar ver como forman su hijo veo que volverá Beatriz para traer el sufrimiento a esa familia. Todos los personajes, sus suerte y sus vidas bailan al rededor de la doña y pregunto ? Cuando le llega a la doña el final de ella? Porqué la familia santa cruz no recupera sus propiedades y les da felicidad... porqué fe no puede vivir su amor con el capataz. La escritora de esa novela no tiene sino maldad y sufrimiento en la cabeza nadie es feliz. Llevo muchos años siguiendo la novela y dejo de verla por tiempos por tanta maldad y que la única que se cae y se para es la doña.. la invitó señora escritora a cambiar el sentido de la maldad de su mente para darle a la novela de puente viejo otro sentido... En los tiempos que llevamos creo que las novelas deben de ser diferentes sin tanto odio, envidia, maldad etc... Nunca he visto una novela con tanta maldad como la suya.. Nadie es feliz
ResponderEliminarVemos los noticieros con los desastres del mundo... y nos sentamos a ver una novela y encontramos en ella maldad, odio etc. Será que puede señora escritora cambiarle el sentido a su mente y dejar ver felicidad en los actores y darle el fin a Francisca montenegro
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