Últimamente veo una desproporción y explosión de sentimientos
y acciones de los personajes que para nada corresponden a lo que nos tenían
acostumbrados en Puente Viejo. Donde el amor puro y romántico, era el
estandarte del pueblo.
Ahora, hay acciones extrañas, pasiones extrañas, con vivencias
extrañas, de unos “enamorados”, que no
entiende nadie, y que creo que vamos a tener que dejar de interpretar por lo
tremendamente difíciles de comprender, por muchos esfuerzos que se hagan.
Por poner uno de los ejemplos que pululan por Puente Viejo.
La decisión de Mariana, totalmente fuera de lugar, la veo
tan exagerada como su personaje desde que salió de la casona. Primero con la
mujer que la quería matar... creo que era Matilde, Mariana esconde su tormento,
sometiéndose a la despiadada mujer, y haciendo una serie de incoherencias que
no corresponden con ella, al menos a mi modo de entender. Tal fue su ofuscación
y descontrol que incluso disparó sobre Alfonso.
Y Ahora y después de ver el capítulo de hoy, con un comportamiento
digno de estudio y si es por Freud mucho mejor, ya que no entiendo su reacción
para con su marido, lo mires por donde lo mires, no es lógico para nada.
Por mucho que pienses, intuyas, sospeches, o por mucho que
te digan gentes extrañas, nadie da crédito, eso lo podríamos entender de una
muchachita como María o Aurora que tienen 18 y 17 años, pero una mujer que
incluso ha estado en la cárcel por matar a un hombre, una mujer que no duda en
vender su cuerpo a cambio de información para adivinar quién fue el que violó a
su sobrina, no se entiende esa reacción infantil y atolondrada.
Ella, ha decidido sin más, tomar las riendas de la vida de
Nicolás, y echarlo de su vida, sin pensar en el dolor que esto le pueda causar
al pobre fotógrafo. No comprendo la decisión de destrozar el corazón del que se ama, porque
has decidido que así ha de ser. Que poca confianza le tiene que no cree lo que
su marido le dice mirándola a los ojos, y ofreciéndole su amor.
¿Quién es ella, para tomar tal decisión? ¿Y además hacerlo
de esta manera? No tendría que ser él, quien la tomara? No entiendo que haga
más caso a un extraño, que a su propia familia, que siempre le ha aconsejado
bien. No entiendo que tomara esa decisión de pasar a ser una fulana para que su
marido la abandone, ahora que va a tener un hijo. Es que acaso no sabe lo que
le pasó a María con su adulterio? Que no han pasado años, de aquello y que de
quererlo Nicolás la mente directamente a la cárcel otra vez.
Involucrar a su mejor amigo para que la abandone, para que
se sienta ‘traicionado’ Mariana con esta
actitud, me ha demostrado ser una inconsciente, y una floja, que nunca le ha
echado arrestos a la vida, que la única vez que se encaró con alguien fue con
Fernando, el otro día sin ir más lejos lo comentaba con Ku, y creo que tenía
razón y yo estaba equivocada, es una mujer que siempre ha sido sumisa, que siempre
han pensado por ella y a la vista está, que decisión que toma, decisión que
hierra. Si pretendían que elogiáramos esa decisión, ese sacrificio que se
supone hace en pos a su esposo, más bien han conseguido el efecto contrario, y
esa actitud alunada, es rechazada de plano por, supongo gran parte de la
audiencia.
Mariana siempre ha sido muy extraña en cuanto a sus
sentimientos. Pero hacer lo que ha hecho, en vez de hablar, y afrontar junto a Nicolás sus dudas... no lo
entiendo la verdad. Él que por activa y
por pasiva ha dado sobradas muestras de su amor, lo humilla, lo destroza, lo
hiere de tal forma que al pobre le costará levantar cabeza, es incomprensible
de todo punto.
Ya sabemos que lo ha hecho por ‘amor’ pero últimamente, la
palabra ‘AMOR’ en Puente Viejo, ha dejado de ser una palabra mágica llena de
ternura, para transformarse en coraza de acciones irreflexivas con
consecuencias nefastas para, o bien los implicados o sus allegados.
Y para muestra un botón, bueno tres:
Mariana y Nicolás. Raimundo y Francisca, y Carmelo y Severo.
Todos reaccionan sin pensar, sin medir las consecuencias, y uno de cada toma las riendas de la vida del
otro.
Mariana dibuja el futuro de Nicolás, sin mediar palabra, y
sin dejar paso, a nada más que la separación, dejándolo destrozado de por vida.
Raimundo, y Francisca, esta le hipnotiza para que abandone,
casa familia y amigos, a cambio de vivir en la cueva Pedro Botero, sabiendo que
en cualquier momento, te arrancará el corazón para almorzar.
Y por último y de momento. Carmelo, que no sé qué pasión tan fuerte le ha entrado al pobre, tras la muerte de Sabina, que pone en peligro todo por lo que ha estado luchando su amigo Severo, durante años, emborrachándose, y llegando incluso a intentar matar a la doña.