¿¿QUE VIVAN LOS NOVIOS?? NO TODOS ESTAMOS DE ACUERDO CON ESTA APRECIACIÓN.

Está visto que Puente Viejo no deja indiferente a nadie. Seamos fans de una pareja u otra, comprendamos las decisiones de un personaje u otro, nos satisfagan  o nos llenen de hastío, alabemos o critiquemos una trama u otra, sea como sea, pero las fans todavía seguimos aquí mirando la serie aunque sea con el rabillo del ojo.

Pero tengo que decir que en esta ocasión, cuando vi la portada de la revista y vi la “pareja” en ciernes tan dichosos y felices el día de su boda, me entraron todos los calambres, y no me alegró lo más mínimo, es más me repele esa circunstancia. 

Además no me gusta leer frases en las que nos meten a todos los fans de Puente Viejo, en el mismo saco. “ Los fans querían que nos casáramos” error, "los fans... no", algunos fans lo piden es cierto, pero debemos puntualizar, y no decitlo a los cuatro vientos, pues una gran mayoría lo rechaza de pleno, entre las que me incluyo y supongo que les entró al igual que a mi de todo, menos satisfacción, y  alegría.

Si que es cierto, y no podemos dar la espalda a las muchas fans de la pareja, sobre todo a las llamadas ·Raipaquistas” entre las que tengo alguna que otra amiga, y respeto, siempre y por encima de todo sus opiniones, incluso en alguna ocasión me he sorprendido defendiendo algún punto de vista de ellas, (casos puntuales también tengo que decirlo). pero, en este caso, aunque pueda llegar a comprender lo que ellas puedan sentir, (después de 3 años pidiéndolo a gritos) no lo comparto en absoluto.

No comprendo  la visión y la defensa acérrima de las fans de la pareja, y no comprendo sus comentarios al leer los nuestros contrarios a las decisiones de Rai desde que marchó a la casona para compartir lo que le resta de vida junto a  Francisca Montenegro.

Para mi, dede ese momento, todo lo concerniente a Raimundo y Francisca es una huida hacia delante, una decisión más bien para contentar una parte de la audiencia, y esta boda para todo el resto es un fiasco, y que solo se salvaría ( para mí) si hubiera alguna intención oculta en el proceder de Raimundo, o Francisca hubiera pedido perdón a todos y cada uno de los que hizo tanto daño en el pasado, a todos sin excepción, y no le veo así ni en sueños.

Soy de las que no me gusta para nada ver a la doña feliz, ni a Raimundo tan ciego y para mi tan bobo. Pero entiendo que a ellas, las fans de la pareja sí. No encuentro justificación alguna para este oasis en la miserable vida que tiene o tendría que vivir actualmente Francisca, no se lo merece, no merece respiro alguno.

En muchas ocasiones nos dicen, a las que no formamos parte de las fans de la pareja, que abramos las miras, y que echemos la vista atrás para entender ese amor, y yo soy de las que  lo hago bastante a menudo,repasando mentalmente, o incluso buscando una escena u otra, antes de ponerme frente al ordenador, y cuando vuelvo a repasar lo vivido, todavía comprendo menos esta defensa y la trama actual de Raimundo y la Paca, y por eso expongo mi opinión, y no pretendo que se comulgue con ella, pero si espero que se respete como yo hago con las demás.

Pienso que cuando los actores que interpretaban la trama ”principal” (porque aunque sea coral existe una trama con fuerza y garra y es la que lleva el hilo conductor) decidieron por una cuestión u otra marchar de la serie, los guionistas tuvieron que inventar otra gran historia para suplir la falta, el vacío que sabían dejarían aquellos que marchaban y que habían subido la audiencia a cotas insospechadas. 

Vaya “putada” para todos, pero así es la vida, y tuvieron que echar los restos para que la nueva trama continuara atrayendo tanto como la que vivíamos por entonces, el amor de Martín y María, y la vida y milagros de la hermana de éste Aurora y el para entonces su enamorado Conrado, (que dicho y sea de paso os pregunto.. ¿Alguien se acuerda que Aurora existió? una pena)

Entonces se inventaron a Bosco. Como toda esta trama " Boscos" la que nos vendieron maravillosa, apasionante, romántica y pasional, la que iba a marcar un antes y un después, ( incluida Maria Bouzas y FRancisco Ortiz en alguna que otra entrevista) fue un “fiasco”, tuvieron que tirar por la calle del medio y echaron mano de quienes les quedaban, alguien que continuara con la raíz de la historia, y que tuviera que compartir escenas con la parte oscura del serial, la casona y la reina de la casona, Doña Francisca Montenegro.

Y... quienes mejor que ellos mismos, la doña y su amor de juventud. Ellos son los que supuestamente podrían tirar de la serie, ya que las críticas llegaban a la luna... y los eligieron a ellos, a Raimundo y Francisca, porque además se estrenaba en el teatro su historia y sus fans “ las de la pareja”  seguían ahí, al pie del cañón.

Y hete aquí, que nos encontramos de golpe y porrazo, con un cambio radical en uno de los personajes que más nos gustaban, desde el inicio de Puente Viejo, Raimundo Ulloa y lo cambiamos( según mi punto de vista) justo cuando por culpa de la doña, sus nietos tienen que abandonar  a la familia junto a su biznieta y marchar nada más y nada menos al otro lado del mundo, fingiendo su muerte para escapar de la maldad y de las garras de esa mujer que ahora va a desposarse con él.

Corremos un tupido velo en la mente de Raimundo, y le volvemos impulsivo, egoísta e irracional, quitándole sensatez, y lo lanzamos precisamente en ese momento a los brazos de la doña, no antes, ni después, no esperando un perdón por los actos cometidos, sin un arrepentimiento de la doña hacia todo el mal que hizo ( como hizo Olmo), no, Raimundo se lanza sin pensar en nada más, solo en su felicidad, ( merecida por su puesto, pero incoherente de todo punto)

Un carácter como el de Raimundo Ulloa, una personalidad, una entereza  que le acompañan durante toda su vida, no justifica para nada este cambio tan radical de actitud, y menos enfrentándose a todos y a todo por ella. Imposible, en ese momento de la historia.

Digo imposible porque aunque se acepten licencias en actitudes, hechos o situaciones más o menos cuestionables, en lo referente a Raimundo Ulloa, su vida, su familia, su dignidad no podemos aceptarlo de ninguna manera. Y no vamos a cerrar la televisión, ni vamos a pasar de ellos, porque si queremos ( a diferencia de otros personajes que nos son indiferentes) ellos son parte de la historia y deben estar ahí haciéndonos disfrutar con sus enfrentamientos, con sus luchas constantes, y por eso no vamos a pasar ni cambiar de emisión, pero si como fans de Puente Viejo, nos permitimos criticar y decir lo que tengamos que decir.

Queremos a Raimundo Ulloa, no al marido de la doña, al que han querido redireccionar, someter a la voluntad del espectador y al recuerdo de una amor de juventud, cuando Francisca era joven y no estaba emponzoñada. 

Porque un ser que se ha pasado toda su vida enfrentándose a la doña, que  ha luchado durante toda la vida contra su tiranía, un ser equilibrado, justo, culto, altruista, que ha vivido por y para su familia, porque era lo más importante de su vida, es imposible que ahora haya cambiado tanto…

No podemos olvidar, que se echó a la bebida por ella, porque además ahora sabemos que fue ella la que dejó morir a su esposa, que perdió todo lo que tenía por culpa de ella, que casi perdió la vista, y la vida en varias ocasiones, (mandó que le dieran palizas, le envenenó con cristales, lo quiso quemar en un pajar). 

Ella, consiguió hacerle la vida imposible al bueno de Raimundo. Apartó a su hijo Sebastián de su lado, llevándoselo a la casona y poniéndolo en su contra con la conservera. Ella  que ocultó durante casi 25 o 30 años( supongo que sería la edad de Tristán) que él, Raimundo era su padre, y se enteró por Pepa, no por ella. Ella, que intentó que ésta, la partera, perdiera a sus hijos administrándole unas gotas para provocarle un aborto, que repudió a su nieto Martín, cuando supo que no era de su sangre, habiéndolo criado junto a ella,  un nieto que Raimundo aceptó como propio sin dudar ni un instante.

No podemos olvidar a una Francisca que humillaba a todo el que se le cruzaba a su paso. Una mujer que nunca entregó el cariño a su hija Soledad, que hizo lo imposible para arruinarle la vida, que  no le importó encerrar a su ahijada a la que decía querer por que amaba a quien ella odiaba y no quería arrancar de su lado ese amor que sentía por Martín, ese amor que ella, Francisca ahora mismo vive libremente, y feliz, cosa que nunca dejó que lo hiciera nadie a su alrededor, ni sus hijos, Soledad, Tristán, ni su ahijada María, ni sus nietos, Martín, Bosco…  

Una mujer que intentó quitarle el hijo a su querida María, una vez naciera, que maldijo tantas veces como quiso, a ella, a Martín, deseándole la muerte, ( pagando incluso a un matón para tal fin) intentó volver loca a su nieta Aurora, y ahora disfrutando del dolor de su nieto Bosco. La mujer que intentó arruinar a la pobre Candela comprando su confitería y echándola de allí, tan solo porque amaba a su hijo. Que asesinó a sangre fría a León .. y así hasta el infinito y más allá.

Por todo esto y más… no me cuadra que ahora Raimundo se haya olvidado de todo lo vivido, de todo ese dolor. Es cierto que la quiere, siempre lo ha hecho, pero ahora no era el momento de este “ apasionado amor”, no es de recibo que Francisca pueda tener ese apoyo en Raimundo. 

Él no era así. Raimundo era el sostén de Emilia, el amparo de su familia, y ahora no puede ser su bastón de la pécora, porque lo sigue manipulando y lo hará hasta la saciedad, le esconde intenciones, acciones y decisiones que sólo comparte con su capataz, cambia de aspecto según le de el viento.

Hay tantas cosas que recriminar a la doña, hay tanto malo en ella, la maldad en la Paca es como su apellido, es como un apéndice, como una extremidad, está pegada a ella e irremediablemente le brota por los poros. Es déspota, orgullosa, tirana, rencorosa, vengativa, cruel, manipuladora, etc…

Menosprecia a quien tiene a su lado, incluso se permite echar por tierra todo lo que se le ofrece,( como por poner un ejemplo, cuando tiró al suelo las gachas que hizo con todo su cariño Raimundo ) solo por orgullo, solo le mueve el dinero, y la prepotencia. Utiliza, y machaca a todos y a todo, como hace con Mauricio, ( este tendría que tener una artículo a parte también)

Doña Francisca es la maldad personificada, y no debería casarse tendría que pasar algo en el último momento, no debería ser feliz ni un segundo, tendría que penar más, estar sola, repudiada por todos, abandonada, alejada de todo, humillada por todos, arruinada, sin tener un momento de paz, ni sosiego, que viviera en carne propia todo el dolor causado. 

Nunca se ha arrepentido de sus fechorías, por eso debe morir rabiando y por eso no entiendo que Rai siga ahí con ella…. por mucho que mire atrás, por muchas vueltas que le de, por  mucho que quiera comprender. No lo logro, no veo justo que hayan decidido casarles, ¿como es posible que le den una tregua y que le den la alegría de celebrar su boda cuando tendría que estar hundida en la miseria, y viviendo en soledad? y además, según algunos comentarios, y la imagen que acompaña al artículo con los castañeda y don Anselmo en el enlace.

Lo siento, pero esto sí que es ciencia ficción. Raimundo no es ni por asomo el personaje que nos cautivó, el íntegro, el respetado, admirado y querido por todos sus vecinos,aquel librepensador, que siempre estaba en pro de la justicia, y en lucha contra los tiranos.

Raimundo ya no es Raimundo Ulloa, ahora es un personaje a la sombra de la cacique del pueblo, que la defiende a capa y espada frente a todos,tenga o no tenga razón (se encara a Severo Santacruz, sin saber que ella arruinó la vida de esos muchachos y que lo seguirá haciendo,y continua sin saber que continua desplegando su ponzoña allá por donde va, que aparece en el Jaral para regodearse en el dolor de su nieto, etc...) Raimundo no se entera de nada. Pero curiosamente, Francisca Montenegro no ha cambiado ni un ápice, ni por él, ni por nadie. Ella siempre será Francisca Montenegro, vista la ropa que vista, haga las labores que haga, siempre con un único objetivo, la venganza, y el poder, sin sombra de arrepentimiento, seguirá  manipulando, tramando y emponzoñando, todo lo que toque, de aquí a la eternidad.

Por todo eso grito: Que viva Raimundo!!, el de antes. Que sufra y pene Francisca!!, la de ahora y la de siempre, por los siglos de los siglos, Amén.

A más ver.