Tras los comentarios de defensores y detractores de unas y otras tramas sobre nuestra serie diaria, tengo que decir que para mi, y para muchos de los fans que piensan como yo Puente Viejo ya no es la historia que nos sedujo en su día. Que hoy por hoy la historia principal ha cambiado de dirección. Me explico.
Evidentemente tenemos a la mala malísima de la serie y hasta que ella o los guionistas decidan lo contrario la tendremos aquí, pero Francisca Montenegro ya no es ni la sombra de lo que fue. Supongo que la volverán a lanzar a lo más alto, porque en todo serial ha de haber un “malo” y este al final de la historia ha de recibir su merecido, pero la realidad es que y según mi punto de vista, actualmente Francisca bien podría ser un personaje prescindible, ya que ha dejado de ser el eje principal de Puente Viejo. Aunque espero que dure mucho más porque el retorno de María y Martín dependerá de su continuidad, han de ser ellos quienes le hagan pagar, todo el mal que les ha hecho, a ellos y a su familia… por algo eso Martín Castro es el mayor de los hijos de la partera. ( esa es mi esperanza)
Si nos damos cuenta, y repasando la historia,podemos comprobar que al principio el eje principal eran Francisca y Pepa, pero al ser una serie coral también nos encontrábamos a los Castañeda, Mirañar y Don Anselmo. Esa era y fue la esencia durante 381 capítulos. Francisca era una figura necesaria e imprescindible para esa trama, y sus adyacentes, el Puente Viejo que nos cautivó.
Pero llegó la desaparición de la actriz principal ( pese a quien le pese) pues hasta su autora ( que digo, yo que algo tiene que ver en todo esto, ya que la idea y la novela salió de su cabeza) siempre dijo que Pepa era la protagonista, y que hasta el nombre de la novela iba a ser ese.. “Pepa, la partera”. Pues siguiendo lo que comentaba, cuando Pepa nos dejó todo se centró en el hijo de esta, su querido, amado y sufrido Martín, y fue una magnifica decisión.
En esta trama , ya andábamos en el capítulo 392 y fue entonces cuando afloraron cientos y cientos de fans que cayeron rendidas a las pasiones, los encantos, y desencantos de estas nuevas historias, con eje principal en el amor “del hijo de la partera y de la hija de Emilia Ulloa” una gran historia de amor prohibido.
Evidentemente que “al ser coral” volvíamos a tener historias tan profundas como la de ellos, la historia de amor de la misma hija de la partera Aurora y Conrado, la de Emilia y Alfonso, Hipólito y Quintina, y la vieja historia de amor de Francisca y Raimundo.
Tenemos que apreciar que si esta historia hubiera sido principal desde el inicio, Francisca, en la cabecera de la novela, siempre hubiera estado acompañada de su partenaire, Raimundo, como todos los protas del serial.. y no ha sido así, ya que Ramón Ibarra siempre ha estado acompañado de mi querido Mario Martín, Don Anselmo, ( por algo será) por eso sabemos, guste más o menos, que su historia sí que está presente, pero es una historia “más” de las muchas historias que habitan y cohabitan en PV, pero seamos serios. No es la principal!
Dicho todo esto, nos lleva a descubrir que desde y por motivos ”x” que ocurren en todas las series longevas tuvieron que cambiar (otra vez) el rumbo de las historias por la marcha de sus protagonistas principales, y le dieron el protagonismo perdido a otros personajes y he aquí, que la nueva historia “principal” ( el gemelo de Aurora Castro) fue un fiasco, y en la que, la mayoría de los fans, sean de la corriente “personajil” que sean, estubimos de acuerdo en las críticas sobre esa decisión, y fue entonces donde hubo que traer “forasteros” a PV, ya que la esencia se quedaba floja, sería repetida y no había más que contar.
Fue entonces cuando la llegó Severo, evidentemente relacionado con alguien de Puente Viejo, y no iba a ser con Don Anselmo, ya que habría poca trama, tenía que ser algo más fuerte, para que a su vez pudieran dar más relevancia a la Doña, porque si no hubiera llegado Severo, a Francisca...que trama le habrían dado.. la de Bosco?? la de Raimundo? había de ser una trama para que ella volviera a ser la cacique y prepotente de siempre para enfrentarse en cuerpo y alma a su nuevo enemigo, y no la trama de estos a los que dice querer.
Por eso, la llegada de Severo, trajo sus apéndices, Carmelo y Sol, y tuvimos la suerte de que el médico que llegó a PV a través de Aurora “la hija de la partera” se quedará aquí, para poder relacionarlo con Sol y abrir una historia de amor como deseaba el espectador. A fuego lento.
Pero como la anterior decisión ( Bosco e Inés) no había salido bien, necesitaban alguna más por si esta nueva no era aceptada, y por eso entró en acción la nieta de los Castañeda. Prado, para tener otra de esas historias que podrían dar un aire fresco, igual pasó con otra de las apariciones frescas de PV pues junto a Prado llegó Gracia que intentó paliar con éxito, una salida tan triste como lo fue la marcha de Quintina y el vacío que dejaría más tarde Pedro Mirañar. Aunque siempre seguiremos echándolo de menos y esperando su vuela.
Viendo que sus decisiones eran acepadas por los seguidores de la novela. La dirección, o a quien corresponda esta decisión, pasó a dar el protagonismo a esta nueva época, a Lucas y Sol, ellos fueron los elegidos como protagonistas principales, y no otros, como reclaman algunos seguidores de otras historias, aunque yo personalmente, hubiera compartido cartel con Candela y Severo. Pero se aceptó la decisión con gran entusiasmo por parte de muchos de los seguidores.
Por todo lo expuesto, creo que a pesar y aunque todos los personajes hayan llegado a PV y no sean familia directa, tengan o hayan tenido alguna relación con Francisca Montenegro, actualmente nada o poco tienen que ver con ella.
Sus historias han dado un giro, y vuelan libres, llevan tramas e historias propias, exceptuando a Candela y Severo, porque evidentemente alguien tiene que ser.
A más ver.
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