Buenas noches querid@s amigos.
Varios capítulos desde el otro día, donde la Doña dejaba al descubierto su
parte más sensible en los 800 y pico capítulos que llevamos. Solo la he visto
tan melindres, con su hijo Tristán, y con María Castañeda, su ahijada, y de eso
hace ya la intemerata.
Pero veamos un momento, tenemos a medio pueblo hecho unos zorros, retorciéndose
entre ardores y calores por todo el Jaral, pero si los puenteviejeros, pensaban
que los del Jaral estaban a salvo, claramente se ha visto que no es así, y que
a pesar de todos los pesares, están cayendo como moscas. Y por eso y antes de
que les afectara a toda la coral de actores, los mismos vecinos se armaron en
armas contra viento y marea, urdiendo un plan, para que los dos hermanos
Castro, escaparan del asedio al que es sometido Puente Viejo, sin imaginar la
que se avecinaba.
Llegados a este punto, tengo que decir que últimamente los actores están
que se salen. Tenemos varios ejemplos, el otro día os comenté el de Mauricio, y
la Doña, pero es que el de Quintina y Hipolito, no se queda atrás, como me han
hecho llorar, Hipolito que es todo un atolondrado, me ha hecho llorar, y ha
hecho un cambio de registro, sensacional, todo sin perder su carácter, sus
bromas constantes para animar al personal, sintiendo en su interior el dolor
más desgarrador de la posible pérdida de su Quintina.
No puedo olvidarme, por su puesto con la también grande, Jacinta. Que
actoraza, esta mujer también llegará lejos, esas miradas insanas, que de
repente se tornan dulces y tiernas cuando quiere usar a voluntad, la voluntad
de los que le rodean, en esta ocasión la de Lesmes. Jacinta es “El mentalista”
de puente viejo, bueno más bien, John el Rojo, para ser más exactos, asesina,
calculadora, manipuladora. El cambio de expresión en su rostro, el cambio de
humor en su voz, es magnífica Victoria Camps, nos ha regalado brillantes
interpretaciones que nos quedarán siempre en nuestro recuerdo.
La doble personalidad del galeno, Lesmes Colmenar, el doctor malévolo al
que le venció el amor antes de morir, le ganó la parte positiva y buena que vivía
en su interior y que Jacinta se encargó de llevarla a lo más profundo de su
alma. Como Romeo y Julieta, alunados pero con amor, un amor enfermizo y lleno
de rencor hacia los demás, pero amor al fin y al cabo.
Y si hablamos de amor y de interpretaciones, me encantó personalmente la de
los hermanos Castro Ulloa. Ese amor que
les une más allá de lo terrenal, dos hermanos que crecieron separados, lejos
del amor de la familia, deseosos de formar parte de ella, y que cuando se encuentran
pierden el único puntal que les unía a su difunta madre Tristán, el gran amor
de Pepa, quedando más huérfanos que antes, perdidos sin sus progenitores, solo
se tienen el uno al otro, y con miedo infinito a perderse y quedarse de nuevo
solos. Aurora lo demostró cuando Martín se lanza por la garganta del diablo en busca de su
hija, y Martín ahora con la angustia de saber que su hermana por una acción
desesperada, ha cometido un grave error que ahora mismo él tiene que solventar
con toda la celeridad posible antes de que sea demasiado tarde.
Jordi Coll, Martín,
con una congoja y un pesar que hiela el
alma, nos deja otra vez con un estado de zozobra y de desaliento estremecedor,
cuando al final del capítulo 821, y después de estar buscando y preparando el
antídoto durante horas, ve como su hermana desfallece entre sus brazos. Las
manos temblorosas de Martín, las caricias a su hermana, las palabras dulces encubriendo
la censura que transmite en ellas, reprochando el acto descabellado que ha
hecho al beber del veneno, es lo que hace a Jordi Coll, junto a la expresión de su rostro un actor de
10.
Todos sabemos de antemano que nada les sucederá a nuestros amados
personajes, ya que en las redes, los espoilers estarían rompiendo fronteras. Por ello, no
entro mucho durante la semana, porque creo que una serie que se precie, no
tendría que dejar escapar esas imágenes y esos detalles, que nos adelantan
acontecimientos importantes que han de suceder, perdiendo el encanto de la
sorpresa.
Me dejaba por comentar, a los cukis, como les llaman las amigas del Alfonso
y Emilia, mis queridos y entrañables Señores Castañeda. Ellos siempre tan unidos,
pase lo que pase, se animan, se alientan, se apoyan, se quieren, y así, con ese
tipo de relación es cuando todo se puede, todo se vence. Pero ahora, y como no
he visto el capítulo de hoy, Emilia enferma, y no sabemos lo que pasará… bueno creo a ciencia
cierta que podría decir que sí. Como creo que Alfonso no podría soportar que a
ella le sucediera nada, y que los guionistas no harán nada que pueda
perjudicarles, ni a ellos, ni a los fans.
Estoy repasando los capítulos primeros
y es una gozada ver aquellos momentos, en que Alfonso le regalaba a escondidas
aquellos maravillosos detalles. La ilusión, reflejada en el rostro de Emilia
por descubrir quién era, y la vergüenza y el miedo a no ser correspondido de Alfonso,
tan tierno y dulce desde el primer momento. Son un amor. Es un placer volver a
contemplar aquellas escenas, a toro pasado, porque lo ves con otra perspectiva
y disfrutas mucho más.
Carlos Serrano y Aida de la Cruz. Otros dos grandes. Pobre Candela, y desgraciado
Fernando Mesía, desgraciado en el más
amplio sentido de la palabra, por todo, por su infancia, por su adolescencia, y
por su madurez. Que loco que anda, y cualquiera no le lleva la razón. Pero
ellos tendrán que esperar pues será para
otra ocasión. Ahora os dejo unos FAN ART, que he hecho para el comentario.
Que tengáis unos felices sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero vuestros comentarios!! No os vayáis si comentar!! Gracias ♥