CONVERSACIONES, MARÍA Y MARTÍN- CONRADO Y CANDELA...MENSAJE SUBLIMINAL?

Hoy me he detenido en algunas frases que se han dicho en los últimos capítulos de la semana pasada, respecto al futuro de Aurora y Conrado, o no?. 

De todos es sabido, que en los guiones encontramos pistas, avanzadillas de lo que está por acontecer y aquí quiero hacer una parada y repasar unas frases que me han hecho pensar...palabras que dijeron Martín y María, y Conrado y Candela, respecto a la marcha de Aurora. ¿Qué es lo que nos quería transmitir? ¿Cuál es el mensaje subliminal? A mí, no me ha quedado muy claro, por eso he sacado mis conjeturas, que evidentemente pueden estar totalmente equivocadas, pero que os voy a plantear.

Pongámonos en situación:

Aurora se ha ido, y estamos en el Jaral. Hablan María y Martín/Gonzalo. Él dice:

-No quiero ni imaginarme el gran pesar que Conrado estará sintiendo en estos momentos. Saber que la mujer que ama, puede que no vuelva jamás. Es como si la estuviera perdiendo de alguna forma.

-Gonzalo, tal vez sea lo mejor para ambos.

-Que quieres decir?

-Que yo no me separaría de ti, por nada del mundo. Y ningún sueño pasaría por alejarme de ti.

-Mismamente por mi parte.

-Comprendes ahora lo que te quiero decir?

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Pues, no lo comprendo... Es una frase interpretativa... y deja volar nuestra imaginación, ¿ha querido decir que si Aurora ha decidido irse, es porque no está completamente segura que su máximo objetivo para ser feliz en la vida es casarse con Conrado, y es mejor que desde la distancia valore su prioridad? Pues, como ya sabemos, Aurora no ha aceptado la petición de matrimonio que le hizo Conrado, ¿quizá lo que ha vivido desde que llegó Alicia le ha sembrado la duda de lo que en realidad quiere en la vida? Pues que cada cual escoja su parecer.

Aunque en el siguiente capítulo, hemos tenido otro detalle, que me ha dado por pensar. Cuando Aurora está hablando con Candela, desde la pensión en Madrid,¿de quien se acuerda primero al despedirse? Pues de su querido hermano, cosa que me ha alegrado muchísimo.

-Dele recuerdos a mi hermano, …y a María, y a Rosario.

- Lo haré… y a nadie más?

-Candela, lo siento pero he de colgar… aquí hay más gente que quiere utilizar el teléfono.

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Y no hay nadie esperando para utilizar el teléfono, está sola… !! 

Sorprendentemente Aurora, ni hace mención, ni pregunta por Conrado, ni le manda saludos. No os parece extraño? Hacia donde tirará la historia de Aurora y Conrado?  Una historia que todavía no acaba de empezar, y que tendrá que lidiar con la edad, el paso del tiempo, y la distancia... Tres muros que solo un amor como el de sus padres y su hermano podría resistir y derribar.

Aurora no es una mujer convencional, de las que se quedan en casa, esperando que su marido vuelva del trabajo. Conrado, lo sabe y sabe el riesgo que corre cuando Aurora decide marcharse a estudiar.  ¿Conseguirán mantenerlo vivo a pesar de la distancia, si el primer día ya no manda ni recuerdos para él? ¿Será tan fuerte el amor de Aurora por Conrado? ¿sentirá Aurora  ese vacío que siente él? O ¿sentirá más amor por su vocación?

Ahora volvamos a escuchar la conversación de Conrado con Candela:

Ella le pregunta:

-Ha pasado algo que no sepamos?

-Algo como qué?

-Pues que hayas decidido no esperarla.

-Eso no se puede decidir Candela. Pero se me antoja que esta no será una relación que aguante el paso de los años. Aurora conocerá gente nueva… otro mundo.

-Aurora solo te quiere a ti.

-Y yo a ella, pero eso no siempre es suficiente.

-Ella está convencida de que la vas a esperar.

-Y está en mi ánimo hacerlo te lo juro por mi alma. Pero como bien has dicho, nadie sabe lo que el futuro nos va a deparar.

Que ha querido decir Conrado, con eso de: se me antoja que no será una relación que aguante el paso de los años. Que sabe, por la experiencia de sus años, que por mucho que se empeñe en esperarla será ella  la que ante el cambio, el estudio, la distancia y el tiempo, llegarán cambiar sus sentimientos? La realidad es que Conrado está abatido, triste, meditabundo, se le escapa  el amor entre suspiros y recuerdos.

En cambio, mientras Conrado está derrotado, a Aurora, se la ve feliz, animada, habida de saber, de vivir, de aprender, es joven casi una niña. Está como dice Conrado, experimentando nuevas sensaciones, conociendo gente nueva que le harán pasar, buenos y malos momentos, pero que ella misma ha decidido afrontar, sus pasos han sido elegidos libremente por ella misma. En cambio Conrado, en esta ocasión, no ha podido elegir su futuro, se ha dejado llevar por el amor que siente por Aurora y le ha dejado que vuele para conseguir su sueño, guardando bajo llave el temor a su pérdida definitiva, y el desgarrador desconsuelo que siente dentro de él.

La llegada de Aurora a Madrid, me ha gustado, este cambio creo que beneficiará su historia, y la hará ser más protagonista, algo que también estábamos esperando. Me encanta la idea de reflejar en la serie la lucha que han tenido las mujeres durante toda la vida para abrirse camino, y lo machista que ha sido nuestra historia respecto al sexo débil. Y me alegra de igual modo, encontrarme a la doctora casas...un ejemplo a seguir, en aquella sociedad. 

La doctora Casas, que en su momento tampoco fue santo de mi devoción, más bien en contra.

También me encanta Lucas, y me gusta el trato y la confianza que están tomando, también me gusta doña Hilaria, que hará a su vez de “familiar” dándole apoyo y comprensión en las muchas vicisitudes que sin duda, se encontrará Aurora. En ella tendrá comprensión, la cuidará en el periodo de tiempo que pase la muchacha en Madrid,  creo que esta trama me enganchará, he sentido química entre Ariadna y Álvaro, cosa que no he notado entre Aurora y Conrado. Sí que es cierto, que con el tiempo y el paso de los capítulos  me han ido gustando más, y han ido teniendo más credibilidad en su actuación, pero con Álvaro ha sido de sopetón, desde un principio, y creo y deseo que será una relación que dará mucho que hablar..  

No sé en qué situación poner a Lucas Moliner, entiendo que entra en la serie siendo el tercero en discordia, pero… ¿conseguirá el amor de Aurora?, o se sacrificará por amor igual que lo hizo.. “imaginaciones mias” (como dije en su día, que pensaba que la madre de uno de los personajes de la universidad, sería la doctora Casas) dejando vía libre a Conrado?

De momento, su historia puede derivar en cualquier derrotero, e ir hacia donde se quiera. Ya que estamos en pañales con esta nueva historia. Incluso llegué a pensar, “por imaginar que no quede”, después de escuchar la charla en la confitería… que tan abatido como está Conrado, y tan apesadumbrada que estará Candela con lo de su sobrina,  con el paso del tiempo, puedan llegar a sentir algo el uno por el otro ya que ella es todo bondad y habría trama entre los sentimientos encontrados y la traición a Aurora… no me desagradaría la historia, ni la pareja… Aunque no sé cómo se aceptaría por parte del personaje, de Aurora y mucho menos por parte de sus fans, o del espectador. 

Quizá si Aurora, sintiera algo por Lucas y con el tiempo se confesara a Candela diciendo que ama a otro hombre, pero que se siente mal, por sentir así, y está obligada a la promesa que le hizo a Conrado, por lo que hubo entre los dos.  

Quizá, esa cuestión, es la que nos quieren revelar con la conversación de Martín y María.. Que si Aurora antepone sus estudios al amor de Conrado, puede que ese amor no sea tan fuerte, o no sea tal, a veces las personas confunden los sentimientos y si la muchacha cuando llegó de Suiza, nunca había conocido a un hombre como Conrado, y llevada por su romanticismo, se hubiera confundido en sus sentimientos, y ahora desde la lejanía poco a poco se diera cuenta que solo siente, ternura, y un cariño muy especial. A la vista está que tampoco nos han ofrecido escenas apasionadas de los dos… momentos íntimos entre ellos, más allá de unos dulces besos. Estarán guardando esas escenas para el nuevo personaje??

Bueno, estoy divagando mucho.. Y las acérrimas de la pareja me van a matar… lo sé.. Pero estaba elucubrando, como hago siempre. Y no porqué yo diga eso, va a pasar.. Porque todo está más que cerrado, pero de que habrá algo entre Lucas y Aurora, no me queda duda alguna,  y tengo la sensación que me gustará mucho más esta nueva relación, quizá transformada en unos capitulos en nueva pareja, que la que todos sabemos y que de momento no entusiasma ni al apuntador Bosco e Inés.

Además, últimamente, estoy  disfrutado los pocos minutillos que nos están dejado contemplar a cuenta gotas,  en estos últimos capítulos, de Martín y María, que los echo muchísimo de menos, pero por desgracia, todavía no encuentro en ellos, a la pareja que me cautivó.

Besitos!! Nos vemos.

No os olvidéis de comentar!!

TRAS LA ESTELA DE LA PARTERA - AÑORANZA DE UN GRAN AMOR.

Tras la estela de la partera. Añoranza de un gran amor.

Añoranza si. Parece que ha llegado una epidemia y que todo el mundo se ha contagiado de ella. Sin darnos cuenta, sin saber porque, la sonrisa de satisfacción, el suspiro del amor que nos ha acompañado durante tres mágicos años se desvanece... Quizá nos estamos enrocando en un círculo vicioso, sin saber cómo salir de él, y caemos una y otra vez en la atracción centrífuga de su inercia, volviendo al fondo de la cuestión… Que ha pasado? Porque ha cambiado todo de un plumazo? Nadie se pregunta, porque cada día volvemos a repetir como un mantra la misma pregunta... Como dirían nuestros protagonistas.. Martín y María.. Que nos ha pasado? Porque nos sentimos así?

La belleza de las personas, está en el ojo que las mira, y la belleza de una historia está en el corazón de quien la recibe, y cada día veo más corazones tristes, y no quiero contagiarme de esta melancolía, de esta añoranza. Quisiera volver a sentir ilusión por la serie, pero en realidad me está costando en exceso y lo quiero evitar a toda costa, para eso necesito comprender algunas cuestiones que hasta ahora no las puedo desgranar.

Recapitularé, para buscar, si es que realmente hay motivo para esta apatía general, o yo misma me estoy sugestionando por todos los comentarios y ríos de tinta, que encuentro por la red.

Vamos a ver:

Cuando Bosco llegó a Puente Viejo, lo recibí con ilusión, esperando encontrar en él, algún recuerdo, alguna manera o ademan de Pepa y/o Tristán, como encontré en Martín y más tarde en Aurora. 

Nos presentaron al perdido y olvidado hijo de la partera, como a un joven (aunque su aspecto ya me llamó la atención) y que para nada representaba a un jovencito de 17 años, (porque no nos tenemos que olvidar que tiene solo 17 años, aún no es mayor de edad, es el gemelo de Aurora, y físicamente parecía más mayor que Martín). Pero bueno, a pesar de su aspecto, lo acepté, excusando esta apariencia, por su ruda y primitiva existencia. 

Sí que me esforcé en encontrar algún rasgo de la Balmes, y lo encontré sin necesidad de ahondar mucho en el personaje, cuando se revolvía al ser tratado como una bestia, y su candidez, al ser tierno con los animalillos del bosque.

Todo parecía que podría encajar, porque y después de aceptar, como fiel seguidora de Puente Viejo, el poder volver a ver alguna vez, a nuestra querida Pepa, ya valía la pena el esfuerzo, aceptando de buen grado el que  todavía hubiera tenido fuerzas para parir ella sola, desangrada y exhausta, a otro hijo fruto del amor, y me entristeció, que Tristán su padre, muriera sin tan siquiera saber nada de la pobre y mísera vida de su vástago, lo acepté sin pensar en nada más, como el que acepta un desliz de un amigo, de un hijo, o de un familiar, todo por amor, y empujar para una larga vida a la serie.

Y llegó el salvamento de la Doña y se intuía que Bosco, podría sembrar en los espectadores, cariño, y compasión, recordando encada momento, quien era ese niño, aunque a veces, me costaba verlo como tal...  un jovencito. Pero Bosco, llegó a la Casona, y Francisca empezó a emponzoñar su corazón, como era de esperar, y  que como espectadora, quedé pendiente. 

Las primeras imágenes que nos ofrecieron de Bosco y sus hermanos, fueron agradables, y me mantuvieron a la expectativa... La tarde en la casa de comidas riendo a carcajadas, junto a sus hermanos, la inocencia de aquel joven que se abría a la vida, la atracción que sintió hacia Aurora su hermana, que le duró algunos capítulos, me gustó 

Se intuía una buena trama, como las de siempre, con  unos profundos sentimientos, una lucha interna, entre el bien y el mal en la consciencia de Bosco, lo que él creía que era lo correcto, y lo que le dictaba el corazón, o lo que obedecía por el agradecimiento eterno, que sentía y  la gratitud sin medida que ofrecería a partir de aquel momento hacia la doña.

La escena del enfrentamiento posterior, entre su abuela y él mismo, contra sus hermanos, era una historia en la misma línea que hasta el momento, del todo creíble, ya que la doña, no dudo en menoscabar en su alma inocente de su sabido nieto y sembrar en él, la crueldad de sus palabras, para que rechazara de plano a los hijos de la partera, a sus hermanos. Francisca se sentía nuevamente fuerte, y triunfadora, por arrebatarle al destino,  ese último eslabón de lo que ella considera su estirpe, alguien que perpetuaría con dignidad su apellido.

Hemos de recordar que Francisca le dice a Bernarda que Bosco es suyo, y de nadie más. Rechazando lo inapelable, que Bosco, también lleva sangre de la mujer que más ha odiado en el mundo, la mujer que le había hecho sufrir quitándole a lo que más quería, a su hijo, y arrebatándole al que quiso y creyó por un periodo de tiempo muy corto, como a su heredero, a su nieto Martín. Ahora tenía la posibilidad de plantarle cara al espíritu de la partera, sintiéndose vencedora, adoptando el rol de madre, y amparando bajo su gran ala, a su nieto para manipularlo y hacer con él, lo que nunca pudo hacer con sus hijos. Tristán y Soledad, ni con su ahijada en la que había puesto toda esperanza, su adorada María.

El querer educarlo, hacer de él un caballero, no estaba tampoco mal. Que Francisca llamara a María para tal fin, me pareció una excusa de Francisca  para el acercamiento entre ella y María, que aprovecharía para envenenar la relación con Martín, y también lo acepté, igual que simularon el interés que sentía la dulce abuelita en la idea de que Bosco se fijara en María, porque al principio, así me pareció… todo aquello le daría algo más de vida, a la que ya se perfilaba como la triste existencia del rumbo que había tomado el personaje de María, un relegado papel sinsentido, que había adquirido la muchacha de la que tanto disfrutamos, y a la que tanto admiramos, queremos y añoramos

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Hasta ahí, toda la trama estaba bien, parecía que tendría una potente trayectoria, la guerra entre hermanos y un miembro puro de la Balmes, en la parte oscura de Puente Viejo, acompañado de la intromisión de Francisca de nuevo en la vida de MyM, utilizando todas sus armas, incluso usando a la niña.. a Esperanza, intentando como siempre envenenar su gran amor, y así tener nuevos momentos de tensión y amor entre Martín y María.  A todas luces una perspectiva emocionante. Pero pasó lo incomprensible, todo cambió repentinamente, y es ahí donde se rompe el encanto. Porque?

Porque dar un cambio radical y volcarse en encontrar una nueva historia de amor más “apasionada”, (si se le puede llamar así y es lo que nos quieren vender) si lo que pedíamos eran momentos apasionados entre nuestras ya queridas parejas, en especial entre Martín y María.  

Creo realmente y en defensa de los guionistas, por mucho que ellos siempre digan que tienen vía libre y que todo está pensado desde el salto temporal… creo que esto no es así, y que se nos escapa a  nosotr@s y a ellos, y que hay algo más. Han querido romper el ciclo y terminando la historia de amor que nos mantenía vivas, uniendo en santo matrimonio a los protagonistas que cogieron el relevo de Tristá y Pepa y que tanto nos han hecho sentir y dando entrada a un nuevo amor en Puente Viejo, y no han escuchado los deseos de sus fans. El motivo…? Nunca lo llegaremos a saber. Pero es inconcebible, inexplicable, incomprensible, e injustificable, lo que ha sucedido. ¿Que hubiera pasado si a Tristán y a Pepa, tras su boda se les hubiera relegado a unos minutos en pantalla, limitando a Tristán a mirar y arreglar papeles en su despacho, o a tomar chatos en la casa de comidas, y a Pepa, cambiando pañales y/o hablar del menú y a preparar la mesa…para dar paso a otra historia de amor a Puente Viejo?? Pues que nadie lo hubiera comprendido, y es lo que está sucediendo en estos momentos, y de ahí la indignación y el malestar general.

Una última especulación, para llegar a entender lo incomprensible.

O los actores no querían hacer escenas apasionadas de amor? Cosa que me extraña mucho, y ya descarto directamente.  O en aquel momento, (en el momento de la decisión de abrir otra historia de amor), Jordi Coll habría avanzado que marcharía temporalmente a otra serie? Y se encontraron con la obligación de buscar una pareja sustituta a MyM, pero esa decisión, la de buscar un amor apasionado y meterla con calzador, es la menos plausible, ya que teníamos parejas frescas con que regalarnos esos momentos, si la salida de Jordi Coll era del todo inevitable, y era el quid de la cuestión. Teníamos a Aurora y Conrado, o Mariana y Nicolás…y también podríamos disfrutar de Emilia y Alfonso, incluso de Francisca y Raimundo que llevan nuestras compañeras “las Raipaquistas” casi 900 capítulos pidiéndolo a voces.

No entiendo nada, lo que si he sentido, que la primera opción de la trama de Bosco, la de esconder la procedencia del muchacho, el gran secreto de la doña, la ocultación de uno de los hijos de la partera, y el enfrentamiento entre la Casona y el Jaral, que se preveía muy interesante, cambió radicalmente, se modificó. Incluso la pareja de Aurora y Conrado, ha dado un giro inesperado, y ahora la tenemos lejos de Conrado, en Madrid, conociendo mundo y estudiando en la universidad.

En fin, ya no quiero darle más vueltas a lo mismo. Quiero salir de esta espiral. Ni que decir tiene que siempre, todos mis comentarios, son con todo mi respeto por el trabajo de los actores, pues  ellos hacen lo que se les pide, y cada uno actúa como mejor sabe, dándolo todo por su personaje, pero que como con los colores, cada uno tiene sus preferencias, sus gustos, y sus pasiones, y unos te pueden gustar más que otros eso es inevitable, indiscutible, y respetable, al igual que hay gente que no les gusta u opinan lo mismo que yo.  Pero eso es lo que es este blog, un espacio donde dejo mis opiniones, como simple espectador, ya que por mucho que tenga seguidores o detractores, la historia es la que es, las decisiones ya están tomadas, y los planteamientos de las tramas hechas.  

Es como la vida misma. No siempre llueve a gusto de todos... y ahora mismo estamos sumid@s en un gran chaparrón. Espero que pronto escampe y podamos disfrutar de nuevo, de una de las más grandes historias de amor de la televisión, Martín y María, forever.

Nos vemos!!  

Y por favor.. no os vayáis sin comentar.. No cuesta nada y me encanta leeros!!

Besitos.

DE PASTA DE ÁNGEL- CANDELA MENDIZABAL

De pasta de Angel

Pues si... de pasta de Ángel, como en tantas ocasiones le llama el padre Gonzalo a la confitera, De pasta de Ángel, es nuestra dulce Candela… una mujer que llegó a Puente Viejo, junto con el hijo de la partera, en el santo temporal.

Quería hacer un paréntesis en Candela, que según el paso de los capítulos pudimos saber de ella, que había sido maestra, que había tenido un hijo que murió tras un terrible accidente y que había enviudado por culpa de la guerra creo que en Marruecos.

Una mujer que huía de su vida, de su pasado, intentando como tantas mujeres en aquellos tiempos tirar hacia delante sin un varón. Y feliz, por ello, porque la mayoría de aquellas mujeres eran esclavas de sus maridos, maltratadas, humilladas y vejadas por el sexo opuesto, y cuando quedaban viudas, recuperaban su bienestar y su libertad.

Vimos como esa mujer, de menuda estatura y con un corazón tan grande que le salía por los poros y que irradia tanta bondad como luz en sus actos, nos iba llegando poco a poco al corazón. Candela se hizo querer desde un principio, al ser confidente, y cómplice del amor prohibido, del padre Gonzalo con su amada María, y confidente y cómplice con Aurora para hacer ver a Tristán lo equivocado que estaba con aquella muchachita que llegó a Puente Viejo intentando recuperar un padre que vivía absorto por la maldad de Jacinta, la compañera que le usurpó su vida. Candela, adopta sin pretenderlo, el rol de madre en la vida de los hijos de la partera, y ocupa un lugar muy especial en el maltrecho corazón de Tristán, un hombre que ha perdido el sentido de la vida, y que ella endulza y vuelve a llenarlo de luz, haciéndole ver a sabiendas de perderlo todo, el camino a seguir y lo equivocado que estaba en muchas de sus decisiones.

Una mujer valiente, que ama con toda su fuerza, que sufre por todos y cada uno de los que considera su familia. Que se sacrifica por no hacer daño a los que ama, como pasó cuando hipotecó la confitería, y como nos demostró más tarde ante la locura de Fernando Mesía. Una mujer valiente, que enfrenta la vida plantando cara a la adversidad, enfrentándose ella sola ante Francisca Montenegro, para poner los puntos sobre las ies. Candela es excepcional.

Candela, como dice su nombre, es luz, y brilla con esa luz propia. No llega para usurpar el puesto de nadie, y sé que ha sido criticada por amar, a Tristán. Pero nuestro capitán tenía el derecho que da la vida, a volver a amar, de volver a sentir que era un hombre y que la felicidad le sonreía, y ella lo consiguió, con su dulzura, con su sencillez, con su humildad y su mirada, esa mirada tan tierna, tan de verdad.

Candela sabía que sería difícil llegar al corazón del capitán de Puente Viejo, porque estaba herido de muerte por su gran amor, Pepa, pero sin darse cuenta, fue llegando a él, sacándolo de las profundidades de la oscuridad en las que estaba sumergido y elevándolo hacia el mundo real, ese mundo real que necesitaba Tristán para salir de su letargo, y reencontrar nuevamente la dicha que perdió en la quebrada de los lobos, y que marcaría su vida para siempre.

Candela, la mujer sufridora, y la más castigada por los guionistas de Puente Viejo, en esta segunda temporada, siempre hablando del salto temporal. La que encuentra en esos escasos momentos de la vida cotidiana, un rallito de felicidad, y que tal como le llega, y antes de darle su calor, se desvanece y se va, dejándola nuevamente sola con su vida, con sus cosas, con su tristeza y su dolor.

A mí personalmente, Candela me encanta, pero la tienen ahí, esperando, y no sabemos el que. Tengo que deciros, para ser sincera, que al principio la miraba con recelo, porque el amor que hubo entre Tristán y Pepa, era tan grande, tan inmenso, como le dice Martín a su padre en unas de sus conversaciones.

-Padre, debe estar feliz. Por haber podido vivir ese amor tan grande y puro, que perdura más allá de la muerte.

O algo así… Y solo el pensar que podría estar con otra mujer, nos parecía una traición hacia Pepa.. Pero teníamos que pensar que la vida continúa, y aunque para nosotr@s, “el espectador“  habían transcurrido escasos minutos desde que Pepa nos dejó, para los personajes habían pasado dieciséis años, nada más, ni nada menos. Ya era hora de recuperar la vida, recuperar el amor, y que mejor que en los brazos de Candela.

Una magnífica interpretación de Aida de la Cruz, que me hizo conmover cuando ante la puerta de la iglesia lloraba tirada en el suelo, la muerte de su recién estrenado marido, llevando junto a su corazón tintadas de sangre, de la sangre de Tristán Castro. Aquella desgarradora escena, demostró el gran talento que tiene Aida, y no solo ahí. El personaje ha ido adquiriendo una fuerza y ha pasado por unos matices que demuestran esa magia de la interpretación.

La dulce Candela, ahora mismo pasa por otro terrible momento, la separación de la que siente como hija propia, la marcha de Aurora. El recuerdo de cuando la muchacha llegó de la mano de Emilia, nos hace ver que siempre le ocurre lo mismo, que la vida le arrebata o le aleja lo que más quiere dejándola sumida en un profundo dolor.

Me gustaría que los guionistas, hicieran algo al respecto. Creo que Candela es una de las maltratadas por Puente Viejo, y alguna alegría tendría que llevar. Ahora estará junto a su amiga que no la dejará caer. Emilia Ulloa, junto a Rosario, el apoyo de una madre, y Martín y María, que junto a Esperanza, le darán ese soplo de felicidad que precisa para levantar cabeza. Pediría que llegara alguien que le hiciera revivir, no olvidar, porque eso es imposible, pero sí que le dieran una oportunidad de poder hacer realidad el sueño de cualquier ser, que es sentirse querida, y no como persona, sino como mujer.

Un bravo por Aida de la Cruz, por su interpretación y por su dulzura, que traspasa las pantallas de todo el que la mira. Espero que le llegue alguien muy pronto.

A más ver.

Por cierto. No me gustó nada que su sobrina, a la que no veía en años, que es sangre de su sangre, y que viene para encontrarse con ella, no pase ni a verla en cuanto llega, ni ahora que ya vive allí, prefiriendo vivir en la Casona, y confiando más en una extraña que en su propia tía.

Una persona que antepone, un muchacho que acaba de encontrar, a la protección y al calor de su tía, a la que busca con ahínco, (porque tenemos que recordar que Inés huye de algo que ha sucedido tras la muerte de su padre), da mucho que pensar. 

Lo siento, pero de momento, miro a Inés y Bosco con mal estar... y aunque aún no he visto el capítulo de hoy, he visto alguna captura, y ya tenemos cama entre ellos. Tuvimos que esperar 33 capítulos para que Tristán y Pepa se encontraran en el chozo y pasaran la noche juntos, 50 capítulos para que Martín y María tuvieran el primer encuentro carnal, llevamos 236 capítulos desde que llegó Conrado a Puente Viejo, y conoció a "la mico"  y Aruroa y Conrado no han tenido ese placer...y lo que es más triste, que la pareja más tierna de todas, Emilia y Alfonso, después de la friolera de 890 capítulos, toda su intimidad la tengamos que imaginar porque es en of... y estos a la primera de cambio ya están liados. 

Creo que los guionistas no nos entienden... Nosotras, las fans... No nos conformamos con ver cama, así por que sí, ni escenas de pasión entre una pareja que de momento, no tiene mucha o casi ninguna aceptación por la mayoría de los seguidores de Puente Viejo... por lo que estoy viendo por ahí. Lo que pedíamos a gritos eran unas escenas íntimas, tiernas y de mucha pasión, con las parejas que tenemos en nuestros hogares cada día, durante años. Aurora y Conrado, y Martín y María, Mariana y Nicolas, incluso Emilia y Alfonso... y a cambio nos ponen esos dos mozalbetes acabados de llegar, que ni fu ni fa... Está visto que no les llega nuestro mensaje, no nos leen nada. 

Espero que cuando dentro de un rato, vea el capítulo, cambie de opinión y venga a cuento el encamamiento de estos personajes.. Porque de lo contrario, todavía será peor, y entreveré que nos quieren meter un amor, que no lleva a ninguna parte, dar un giro de la historia que no atrae para nada, dejando a un lado lo que realmente nos interesa. Quizá con el tiempo, pase como con todo, pero me disculparán los guionistas, y los actores, esa relación podría haber llegado de otra manera, y quizá nos hubiera llegado a enganchar  tal y como pasó con las anteriores. No queremos cama a cualquier precio, somos exigentes y queremos lo mejor, y de momento, lo mejor son nuestras parejas, las consolidadas.. Las que admiramos, amamos, y deseamos que sean felices y que nosotras podamos verlos en of.

Y ahora me voy a ver el capitulo de hoy. Nos vemos y ya sabéis lo que dice María con ese guiño.. no os vayais sin comentar.. cuesta poco y hace mucha ilusión!!

RECORDANDO GRANDES MOMENTOS, CARGADOS DE EMOCIÓN!

La marcha de Aurora, me ha hecho recordar los momentos más emotivos que he vivido durante la emisión de Puente Viejo, tras el salto temporal. Las frases tan preciosas que nos han regalado los guionistas y unas escenas tan emotivas, afectivas y de una profunda sensibilidad y sentimiento.Cual es la que recordáis con más dulzura, con más ternura, con más dolor?

Yo, he querido hacer una selección, siempre a mi modo de ver, y de sentir esas emociones que nos han querido transmitir, desde mi recuerdo, y con la certeza  que me dejo más de una, por eso iremos por partes.

Aunque han habido muchos momentos más, como os comentaba, los que ahora mismo me vienen a la mente con más fuerza de aquella primera etapa, son: la muerte de Juan Castañeda, de Paquito, y la de Efrén.

Pero las escenas que más marcaron esa temporada, la que nos desgarró el alma, fueron sin duda dos. El sufrimiento de Pepa, al saber la pérdida de su hijo Martín, al que nunca dio por muerto y que por desgracia nunca pudo encontrar, y su propia muerte.  La muerte de la partera. Para mí, fueron dos de los más dramáticos momentos de la primera temporada. 

Con el paso de los capítulos y desde la muerte de Pepa, hemos vivido muchos y muy hermosos momentos. Tras el salto temporal, descubrimos a un Tristán apático hundido en su soledad, viviendo la tortura y el tormento de la lejanía de un amor por el que luchó, sufrió y que tras conseguirlo, sin apenas poder disfrutarlo, se le escapó de entre sus dedos. Unos dedos que pudieron acariciar el sentir de su vida, y que duró lo que dura una suave brisa de un precioso amanecer de verano. Un amanecer que le proporcionaría el nacimiento de una nueva vida, su hija Aurora, la vida de la unión de un amor infinito,  de su amor. Un amanecer que le arrebató lo que más quería, dándole a cambio esa vida que no supo, ni quiso aceptar, tras la pérdida de la suya propia, una pérdida que le había dejado un vacío infinito, el alma rota de dolor, y el corazón hecho añicos,  por la muerte de su amada Pepa Balmes. Su amor.

A partir de ahí. Hemos vivido de todo... Y de todos estos otros momentos quiero pararme a analizar, relacionados con el hijo de la partera. Martín Castro Balmes.

Todo el peso emocional que cargaba el personaje, haciendo revivir en cada momento, aquellos días pasados, nos cautivó desde el principio. Por comentaros algunos.

Cuando Martín ve a Emilia en la casa de comidas, y la llama por su nombre. Cuando entra por primera vez en el jardín de la casona, y evoca su infancia, aquella anhelada infancia, que ya nunca podrá recuperar, recuerda cuando correteaba por aquellos jardines jugando con su madre, a la que sabe que ya no volverá a abrazar. 

Cuando alguien le habla de su madre, alabando su bondad, su coraje, su altruismo, explicando cómo removió hasta los cimientos del pueblo. O el momento en que el padre Anselmo, lleno de estupor y conmoción, reconoce en su acólito, al niño que fue, al hijo de Pepa, al que tanto lloraron. Esa imagen llena de ternura, de cariño del párroco ya anciano de Puente Viejo, hacia Martín, como se levanta, y llora ante él, acariciando su rostro, mirando sus ojos con estupor, agradeciendo a Dios que Martín estuviera vivo. Fue de lo más conmovedor. Una puesta en escena que me erizó todo el vello del cuerpo. Una magnífica interpretación. Cuanto sentimiento afloraba en aquellas secuencias.

La siguiente escena que también me emocionó. Fue sin duda, cuando Tristán reconoce a su hijo. Cuando a pesar de su furia, por sentir la profanación de la memoria del que fuera su hijo, en las palabras de aquel joven aprendiz de cura, un extraño, que afirmaba ser el hijo perdido, el adorado hijo de su amada, un joven que poco a poco había entrado en su vida sin que nadie le diera autorización para ello, le habían enfurecido. 

Al escuchar en boca de aquel muchacho, el nombre de Martín, se había exacerbado, y quería enfrentarse a él, para terminar con tal ofensa. El momento en que Martín se descubre ante su padre, el llanto del diácono, diciéndole que pensaba que le reconocería tan solo con verle, y todas las explicaciones que poco a  poco le da, le hacen removerse por dentro, hacen que Tristán vea más allá de sus ojos, más allá de su mente, encuentra en esa mirada desvalida de aquel niño perdido que todavía espera, ese amor que un día le prometió, ve en aquel muchacho, a la imagen de  Martín. 

Cuando su hijo le recuerda el caballito de madera que le trajo de cuba, la muerte y el dolor que sintió  por la pérdida de su hijo menor, y el soldado tallado, que Soledad le entregó cuando estaba a punto de perder la vida frente al pelotón de fusilamiento, fue estremecedora. Me hizo llorar como una niña. Aquellas miradas asimilando aquellas palabras, el olor a antaño, aquellos gestos de comprensión, de reencuentro, el tan esperado y anhelado amor de aquel niño que durante dieciséis años, quedó anclado al recuerdo de las últimas palabras que escuchó de su padre… volverá a buscarte. 

Martín, había esperado ansioso que alguien le salvara de las garras del pernicioso destino y lo transportara junto a su padre y al arrullo de los brazos de su madre, a los cuales ahora, sabía perfectamente que nunca podría volver a sentir. Aquel abrazo entre padre e hijo, para mí fue maravilloso, quizá me atrevería a decir que la escena más cargada de emotividad que he podido disfrutar de esta temporada. Sin duda alguna, y a pesar de que a muchas de sus seguidoras Tristán les cautivó como galán, para mí, el papelón que hizo en Tristán padre, fue excepcional, a pesar de la poca diferencia de edad que había entre los dos actores, su interpretación fue magistral, los papeles de padre e hijo fueron tan creíbles como amados por tod@s, y sus diálogos de los mejores. Alex Gadea y Jordi Coll, demostraron que son dos grandísimos actorazos.

Hubo muchas de sus conversaciones, entre ellos, que me llegaron al alma, consejos que ofrecía aquel padre nuevamente encontrado, dándolo todo por sus hijos, ofreciendo todos sus sentimientos, aquellos que había sepultado junto al cuerpo perdido de su amada y soñada Pepa y que gracias a Martín había recuperado.  El recuerdo de su amor, en la figura de aquel muchacho, en los andares, en los gestos, en los arrestos de aquel "curita", que había venido a remover su mundo, y como su madre hizo en su día, los cimientos de Puente Viejo, para devolverle de nuevo a la vida, para vivir junto a él, los momentos más felices de los últimos días de Tristán Castro. 

De todas estas conversaciones que mantuvieron, las que también me emocionaron fueron las que hablaban de sus sentimientos. Esa complicidad que había entre los dos, esos momentos tan íntimos,tan  fraternales, como humanos. La conversación de la celda, donde Martín espera ser ejecutado a garrote vil, dónde se despiden y hablan de Pepa, esos abrazos tan tremendos. La desesperación de aquel padre, que vuelve a vivir los momentos aciagos del pasado, reviviendo de nuevo la pérdida de su hijo, la angustia de la impotencia, haciendo lo imposible por salvarlo. La conversación que tienen en el Jaral, una vez ya pasado todo, donde la falsa Aurora, con sus manejos da a entender a Tristán que Martín duda de su amor, al  no sentirse hijo de él, sangre de su sangre,  donde Tristán le dice que aunque no le había engendrado, le quería por encima de todas las cosas.. Todos esos momentos tan entrañables entre ellos, ese cariño, esa ternura, fue especial. Tanto nos llenaron esos momentos, sus palabras y sus gestos, de padre abnegado, dando en todo momento, apoyo a sus hijos,  como el vacío que nos dejó su ausencia tras su trágica muerte, momento que nos llenó de desasosiego y de una profunda congoja, que solo escapaba a través del llanto de miles de seguidor@s entre las que me cuento, donde dejamos fluir esos sentimientos, por los enrojecidos ojos que no dejaban de mirar absortos el trágico desenlace que ya sabíamos se iba a producir. 

Lloramos como nunca, después de tanta tensión acumulada, por el fantástico trabajo de todo el elenco que acompañó la muerte  y la despedida de Tristán. Vaya capitulados nos ofrecieron en aquellos momentos. Para mí, esa muerte fue la que más he sentido, junto a la de Pepa, aunque creo que me inclinaría más por esta última y por todo lo que conllevaba esa pérdida. Ya que por fin, nuestro querido Tristán, tras el paso de los años, había encontrado su horizonte, había vuelto a encontrar el amor, la estabilidad, sus hijos, su familia completa y empezaba a disfrutar de la vida. Una vida que hasta aquellos momentos, y exceptuando los pocos que vivió junto a Pepa, habían sido un tormento, una funesta partida del destino, que de nuevo se burlaba de él.  Fue terrible aquel momento, dejando un vacío infinito, como les  pasó a sus hijos, sobre todo con Martín, un vacío que aún perdura, y que apenas se mienta, pues la sombra de Pepa  cubre y sobre vuela por encima de todo y de todos. 

El reencuentro con Rosario. Mi dulce y buena Rosario, que decir de esa mujer. La madre de todo Puente Viejo, atenta, entregada a los suyos, y bondadosa como pocas. Los guiños que nos ofrecían entre Martín y ella, eran de lo más dulces, tiernos y amorosos. La primera vez que Martín vio a Rosario en el Jaral y se quedó absorto mirándola fijamente. En la confitería, donde a Rosario le recordó aquel niño que comía chocolate en la cocina de la Casona. Cuando Rosario le hablo de María, y le confesó al padre Gonzalo que no era hija de Alfonso, tal como le había sucedido a Martín con Tristán. Las veces que Martin le decía que era la abuela que él había querido tener, y el momento en que Rosario se fundió en los brazos de Martín, después de que Tristán le pusiere en conocimiento de que el padre Gonzalo era su niño. Su Martín. Esas emociones, también nos llegaron al alma.

La llegada de Aurora a Puente Viejo. El reencuentro con su hermano, aquel abrazo fraternal que les unió de por vida, y que permanece aún entre ellos, ese vínculo indestructible, por la fuerza de su sangre. Ese lazo que los unió nada más hablarse con el corazón, mirándose a los ojos, cuando descubrieron el uno en el otro, que eran parte, de la misma persona, esa persona que les había dado el ser, y que les había protegido, guiado y cuidado hasta llevarlos allí.

Aquel abrazo conmovedor, aquellas palabras y todos sus momentos, el amor que se tienen los hijos de la partera y de nuestro capitán. Un amor tan grande como el amor de sus padres, les ha hecho como son, fuertes por naturaleza, y entregados a los suyos y a los demás, decididos, gallardos, y humanos, muy humanos. Como el abrazo que se han dado hoy, lleno de amor y sentimientos.

Sus conversaciones han sido dulces, afables, cariñosas, cómplices, ofreciéndose sin medida el uno al otro, apoyándose mutuamente, y encontrándose en una vida deseada, después de los infortunios que les había deparado la vida. Nunca se han separado desde que se conocieron, y ahora Aurora se marcha del Jaral. Las palabras que le brinda Martín, son las mismas que Tristán le dijo tiempo a tras a él cuando decidió ordenarse sacerdote. O marcharse en busca de su verdad.  Tristán decía:

—Hagas lo que hagas yo siempre te voy a apoyar. Yo solo busco tu felicidad.

Ahora es Martín que ejerciendo de hermano mayor, y cabeza de familia es el que aconseja a Aurora. 

—Has tomado una decisión, y yo solo quería asegurarme de que sabias cual era el motivo, ni siquiera tienes que darme una respuesta. Eres tu quien ha de tenerla. Pero, huir de los problemas es huir de uno mismo, y eso raras veces suele funcionar, piénsalo bien, podrías arrepentirte Aurora y el arrepentimiento llevarte a la infelicidad. Se honesta contigo misma, es lo único que te pido.

—Gracias hermano

—Y sabes que siempre podrás contar con mi apoyo.

****

—Aurora, si no quieres marchar no tienes por qué hacerlo.

—Ya lo sé.

—Si has cambiado de opinión, dínoslo, te apoyaremos en todo. Ya lo sabes.

Ese amor incondicional de los hermanos, es la estirpe de los Castro Balmes, al igual que sus lunares. Un vínculo inamovible que perdurará hasta el infinito.

Esperemos que guionista que nos han hecho estremecer, vuelvan a deleitarnos con tramas tan maravillosas y excepcionales como las vividas en los capítulos anteriores. Unas tramas que iré analizando con admiración, ya que hay tantas que admirar, que analizar y que aplaudir, que tendremos que hacerlo poco a poco. 

Y tengo que decir también que me alegro no sabéis cuanto de que por fin. María y Martín hayan estado un poco más con nosotros y con momentos de intimidad, que ya era hora, por Dios. Momentos en los que Martín ha abierto sus sentimientos sobre la marcha de su hermana, sobre la tristeza que le produce el no haber podido hablarle con el corazón. Diciendo una frase tan bonita como:

—Le habría dicho que la necesitaba viviendo con nosotros. Será muy duro tenerla lejos.

Que maravillosas palabras. Volvemos a vivir emociones, y hemos disfrutado de un ansiado beso entre mis dos principales protagonistas... Martín y María.. Les adoro. Son un encanto.

A más ver!!

 

HOY TODO ME HUELE, A FINAL DE TRAYECTO!!

Pues visto el capítulo de hoy, y con la gran noticia que he leído por la red, de que Jordi Coll empieza un nuevo proyecto muy prometedor en otra serie, tengo una rara sensación de sentimientos encontrados. Hoy me acompaña, una sombra de melancolía y tristeza.

Me ha alegrado enormemente, por el paso tan importante que va a dar en su carrera, nuestro querido PROTAGONISTA, pero a su vez, ha despertado en mí, y creo que en muchas de sus fans, la inquietud de la repercusión que ese nuevo proyecto pueda llegar a tener, en Puente Viejo, recordándome una noticia similar que salió a la luz, hace ya  unos dos años, la de la marcha de Pepa, la partera, y al igual que entonces, se comenta hoy también, que esta marcha, será de manera transitoria, pero ya vimos que sucedió con Pepa. Por eso estas noticias nunca se saben, lo que depararán.

Esperemos que sí, que sea transitorio y que vuelva a nuestro Puente Viejo, lo antes posible, pues aún no ha marchado, ya le estoy echando de menos, en realidad hace ya días que le estoy/estamos, echado de menos. Pues Martín como tal… ya no es el mismo. Ahora a veces, ni está, no tiene peso, al igual que María, que Candela, y que muchos queridos vecinos de Puente Viejo.

Por eso, esta noche de lluvia intensa que me acompaña tras la ventana, me transformo en una inexperta aprendiz de pitonisa e intento vislumbrar más allá de las noticias, de los comentarios que circulan, y de las situaciones de los personajes de Puente Viejo y sumerjo en la profundidad de mi ficticia bola de cristal y veo o creo ver, una sombra de despedida a algo que fue realmente bonito y que por “h” o por “b”, parece que tiende a desaparecer.

La premonición de un final de etapa, se viene asimilando a desgana, un poco antes de la feliz boda de Martín y María, y por la presumible dicha, pues todo pasa en "of", y de la desilusión que he repetido en mis escritos hasta la saciedad, debido al estancamiento, y el desapego, de la gran pareja en cuestión esta viviendo, coexistiendo en esa plácida vida familiar, transmitiendo un desinterés por su relación, perdiendo toda química y complicidad que había entre ambos, y que ahora mismo, es inexistente, y no me apasiona, ni me llena, nada de nada, salvo en los cada vez más escasos momentos tiernos, que nos dan a cuenta gotas, que tienen con su hija Esperanza, que sea dicho de paso, más por parte de Martín que de María, y que parece ser, la que hoy por hoy, ocupa principalmente la atención de sus progenitores, ya que ha desaparecido toda atención, el celo y mimo, que se dedicaban entre ellos.

Hace unos días, comentaban en las redes, el aniversario de la llegada de los nuevos protagonistas a Puente Viejo, y del primer encuentro de Martín y María en la plaza y que a partir de ahí, todo fue precioso, ahora no sabría cómo definirlo.

Sintiendo a cada paso que doy, el desinterés que causa en la mayoría de las fans la relación de la nueva pareja, de Inés y Bosco hermano de los Castro, pasando por la marcha de Aurora a la universidad de Madrid, y escuchando a Conrado, en el avance de la semana que viene, decirle a Candela...”esta relación no creo que aguante el paso de los años”, me temo lo peor. A mi parecer, creo percibir que habrá un cambio de cromos en los amores de la hija de la Partera, (ya hable en su día de la supuesta marcha de Conrado de la serie). 

Todo huele a final de trayecto. Hoy todo, tiene un tinte de tristeza, de despedida, como la fiesta que le han ofrecido a Aurora, que también es casualidad que haya sido en el día de hoy, donde se encuentran por todos los rincones de internet, noticias de la marcha del protagonista Jordi Coll y las casualidades no existen. Sabemos que ella estará fuera de Puente Viejo, 7 años, pero no sabremos cuanto estará Martín. Sabemos que ella, Aurora, sigue en la serie y que ya ha grabado en su nueva ubicación, en su anhelada universidad, pero no sabemos nada de la marcha de Martín, y eso nos tiene intranquilas.

Hace unos días también, recibí otra noticia, que me apenó, quizá fue la primera de las que han ido aflorando, y fue, la marcha de Miquel Peidro, este, comentaba en su cuenta de Facebook, que dejaba de interactuar, noticia que rompía el cordón umbilical que nos unía, con el centro neurálgico de los dioses del olimpo, los creadores de nuestros encantadores personajes, de sus situaciones, conversaciones, emociones y todo tipo de sensaciones que vivimos junto a ellos en Puente Viejo desde hace más de tres años. Ya no podremos comentar con él, ni criticar, ni aplaudir sus decisiones. Nos quedamos huérfan@s de padre.

Por todo eso, desde mi imaginaria bola de cristal, y desde este rincón del mundo, próximo a Barcelona, tengo la extraña sensación que esto se termina. Al menos, tal y como lo habíamos vivido hasta ahora, tal como lo disfrutaba yo. De una manera u otra, van a cambiar mucho las cosas en Puente Viejo. Raimundo se fue, tenemos la marcha de Martín, el rumor de la marcha de Conrado. Los tres galanes de las principales protagonistas, Doña Francisca, María Castañeda, Aurora Castro. Todos ellos, dejan por un espacio de tiempo, que no sabremos cual es, Puente Viejo. No quisiera pensar que marchara también el otro gran tesoro de la serie, Alfonso Castañeda. Quiero seguir pensando que los guionistas nos darán una satisfacción y que quizá sea la antesala de algo bueno que está por venir, y que estoy esperando desde el capítulo 866, deseo de todo corazón que realmente se esté gestando algo más, y que esto no sea el preámbulo de un final, porque el amor y la relación de estas parejas no puede acabar así. 

Hoy hemos visto en el avance de la semana que viene que María, tal como comentó cuando Jacinta se hizo pasar por su prima y Martín todavía era el padre Gonzalo, el desasosiego por no haber vivido más, por no haber conocido mundo, María entonces quería viajar, se entristecía pensando lo que su prima había vivido en el Internado, mientras ella nunca había salido de los lindes de Puente Viejo y el padre Gonzalo le aconsejaba que se centrara en su matrimonio y en los futuros hijos que tendrían que llegar. 

Ahora, María ya tiene su hija, su querido marido, y no se siente plena, no quiere sentirse inútil, que es como la estamos viendo tod@s, figura de porcelana que no sirve para nada y me supongo que querrá hacer algo más que pasearse por el Jaral, y nosotras deseando que sea así, pero con Martín, con su Gonzalo. A saber que le deparará a la muchacha pues es la única de las tres que no tiene ni ton, ni son, muy a pesar mio. Francisca sigue con su maldad, y la manipulación del prójimo, Aurora empieza a estudiar en la universidad, pero… y María? Que pasa con ese personaje tan amado por nosotr@s?

Quizá hoy esté influenciada por todo lo leído, y comprendo que las series tienen un principio y un fin, todo depende de la audiencia. Pero también hay series que son longevas, como por ejemplo: Amar en tiempos revueltos, que pasó a Antena3 con el nombre de, Amar es para siempre, que llevan en antena la friolera de 9 años. O Como Goenkale, telenovela del país vasco, que duró 20 años, de 1994 a 2004 y en la que intervino también Loreto, y si miramos más allá de nuestras fronteras, y por curiosidad os digo, que quizá la más perdurable con diferencia de todas las series que se han emitido por televisión, es una serie británica que todavía hoy está en emisión, llegando a los 10 millones de espectadores ‘Coronation Street’, que arrancó nada más ni nada menos que en 1960. Esto sí que es para estudiarlo, y evidentemente que quizá los protagonista iniciales estén peinando canas o vete tú a saber. Entonces pienso… Y porque no puede durar Puente Viejo mucho más? 

Si las tramas son como hasta ahora, si los actores tal y como está el trabajo, pueden combinar otros proyectos con el de la serie, si los guionistas tienen suficiente astucia para tenernos en vilo…porque no puede Puente Viejo, seguir hasta el infinito y más allá. Todo, como he dicho como tod@s sabemos, dependerá de la audiencia, y esta solo es fiel si lo que transmiten nos hace sentir, si  amamos, sufrimos, reímos y nos estremecemos, con ellos, en los momentos que minuto a minuto, nos ofrecen nuestros actores, a los que amamos, admiramos y deseamos que continúen siempre ahí. Es el pez que se muerde la cola. Las fans existimos porque hay un producto y unos actores que nos apasionan, y el producto persiste si las fans lo siguen y lo esperan con impaciencia día a día frente al televisor, tal y como nos está sucediendo con Puente Viejo. 

Por eso, y hasta ahora, tiene su tan elevado share de audiencia.

Así que…Oído cocina!! señores, productores, guionistas, y directores. Se lanza un producto, se acepta por el público y este reclama, exige, y espera ver lo que tanto anhela. Estamos en la fase de espera, y esperamos que no se nos decepcione, que sigamos soñando junto con vosotros, en los momentos que nos desconectamos de una realidad, de la que much@s de nosotr@s necesitamos por desgracia evadirnos, cosa que hasta ahora se ha conseguido, pero esto, tiene visos de ir desapareciendo poco a poco, y volvernos a la cruda realidad por no encontrar en esos minutos que compartimos, la evasión que necesitamos. Espero que esta velada visión, no sea más que eso. Una visión falsa de una situación imaginaria, que no es más que elucubraciones que mariposean en mi cabeza, y que poco a poco tenga que reconocer mi error en mis premoniciones, que ya os he avanzado son de una inexperta y novata aprendiz de pitonisa.

Desde aquí quiero desearles a los puenteviejeros que marchan o marcharán en breve por un tiempo, o los que marcharon para siempre de la serie, mucha mierda en sus proyectos, y que les seguiré desde cerca, pues en ellos he encontrado unos grandes actores, dignos de ser apoyados y elogiados. Entre ellos...

 A más ver.